miércoles, 15 de mayo de 2013

Excursión a La Ruta del Hereje y al Museo de Paco Díez

El pasado día 13 de mayo, la asociación de mujeres La Muela se puso  de nuevo en ruta. Esta vez nos dirigimos a Valladolid y Mucientes.

Un total de 34 personas pudimos disfrutar desde primera hora de la mañana del mercado castellano que la ciudad de Valladolid organiza en la Plaza de San Pablo e inmediaciones  con motivo de la festividad local de San Pedro Regalado, patrón de la localidad.
Mientras llegaba el comienzo de la Ruta teatralizada del Hereje,  que correría a cargo de la compañía Azar Teatro, pudimos disfrutar de la actuación del grupo de danzas castellanas de Torrelobatón. Curiosa actuación de paloteos formada en su totalidad por hombres.


A las 11:45, el grupo se reunió de nuevo a las puertas de la iglesia de San Pablo, lugar de partida de la representación que recorrería buena parte del centro histórico de la ciudad y que acabaría dentro del recinto del Campo Grande, donde se representó la última escena, la del quemadero, que aludía al sitio donde el protagonista de la novela “El Hereje” de Miguel Delibes  perdió su vida a manos delos inquisidores por pensar de forma diferente.


 
 
La participación de espectadores fue este año multitudinaria, hecho que fue comentado incluso por los propios actores. También fue calurosa, puesto que el recorrido se realizó bajo un sol de justicia.



Una vez finalizada la ruta, dispusimos de tiempo libre para comer y reponer fuerzas antes de subir al autocar, que nos llevaría al Museo de Paco Díez en Mucientes. Paco fue uno de los miembros fundadores del grupo de música folk “La Bazanca” y hoy en día, tras haber actuado y llevado nuestra música tradicional a escenarios de todo el mundo, es un músico de renombre internacional. 
A nuestra llegada al museo nos esperaba un concierto participativo  en el que pudimos escuchar muestras del folklore popular de diferentes culturas y acompañar a Paco cantando con él varios romances que permanecían en la memoria de muchas de las  castronuñeras asistentes y que formaban parte de la herencia cultural recibida generación tras generación, principalmente por vía matriarcal. 
Durante la actuación,  se creó un clima de agradable complicidad entre público y artista. No en balde, Paco  nos contó, entre anécdota y anécdota,  algunos de los buenos momentos de juventud pasados en sus visitas  a Castronuño y recordó el talento musical de algunas personas de nuestro pueblo, como el Brujo, Encarna Sánchez, primera mujer colaboradora de La Bazanca y las ya fallecidas Antonia “La Castaña” y Lucía “La Tiririna”. Tras el ameno concierto en el que pudimos afinar nuestras cuerdas vocales y en el que se nos sensibilizó acerca de la importancia de no perder nuestras raíces musicales, recorrimos  el museo donde pudimos contemplar una colección de más de 450  instrumentos de música tradicional.

Una improvisada jota a la puerta del museo sirvió de despedida a un día muy agradable  de convivencia que sirvió, una vez más,  para  vivir nuevas experiencias que nos enriquecen y nos ayudan a unir lazos entre vecinos.

¡Hasta la próxima! Que probablemente sea este verano a Olmedo.
¡Seguid atentas a los carteles rosas!